La nueva revolución industrial, el camino hacia la industria 4.0, es clave para diferenciarse en un mercado global cada vez más competitivo, sobre todo en y con aquellos países con los que no se puede competir en costes de mano de obra. El mundo real y el virtual tienden a converger y ya no es suficiente disponer solo de plantas automatizadas en las que el diseño de tecnología o productos no está directamente unido con la ingeniería de las fábricas.
En este escenario, Internet es una realidad que nos facilita adentrarnos en el mundo digital en la industria. Hoy en día los consumidores ya podemos decidir con un clic de ratón qué producto compramos, cómo lo queremos y quién va a ser nuestro proveedor.
Productos diferenciados
Industria 4.0 permitirá fabricar productos personalizados en serie, diferenciados y personalizados, mucho más deprisa. Es la era del time to market. Quien fabrique de manera más rápida y eficiente tendrá gran parte de su éxito asegurado.
Apostar por la digitalización industrial y las nuevas tecnologías no es una oportunidad, es una necesidad. Supone que nuestras plantas de producción puedan elevar su productividad un 20%, mejoren sus eficiencias y que el empleo crezca y cada vez sea más cualificado. Hay que evitar que la mayoría de los puestos de trabajo cualificados en un mundo globalizado se creen fuera de Europa.
Referencias; Revista técnica Industrial