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KONOSUKE MATSUSHITA. ASI HABLO UN GRAN EMPRESARIO HACE MAS DE 30 AÑOS.

 “Vamos a ganar y el Occidente industrial. Va a perder: Poco podrá Occidente porque lleva dentro de sí su propia derrota”

 

“Sus organizaciones son taylorianas, pero lo peor, es que también lo son sus mentalidades”. Están totalmente persuadidos de que llevan  bien sus empresas, distinguiendo por un lado los jefes y por otro, los ejecutantes. Por una parte los que piensan y, por otra, los que aprietan tornillos”.

 

Para Uds., la dirección es el arte de hacer pasar adecuadamente a los ejecutantes, las ideas de los patronos.

Nosotros, somos post-tayloriano s: sabemos que el negocio se va haciendo tan complicado, tan difícil y que resulta tan problemática la supervivencia de una firma en medio cada día más peligroso, inesperado y competitivo, que una empresa debe desarrollar cada días toda la inteligencia de todos si quieren tener una oportunidad de seguir adelante.

 

Para nosotros la Dirección es, precisamente, el arte de movilizar y amasar toda esa inteligencia de todos para el servicio del proyecto de la empresa. Y eso se debe a que nosotros hemos tomado mejor que Uds. l medida de los nuevos desafíos tecnológicos y económicos. Sabemos que la inteligencia de algunos tecnócratas (por muy brillantes que sean) es a partir de ahora, totalmente insuficiente para promocionarles.

 

Solamente la inteligencia de todos sus miembros puede permitir a una empresa el enfrentamiento a las turbulencias y exigencias de su nuevo entorno.

 

Por ello, nuestras grandes sociedades proporcionan tres o cuatro veces más información a todo su personal, que Uds. Por ello, nuestras sociedades mantienen en su seno un diálogo y unas comunicaciones tan densos que solicitan sin cesar las sugerencias de todos y especialmente, solicitan al sistema educativo nacional la preparación de un número creciente de bachilleres, generalistas preclaros y cultivados, campo indispensable para una industria que exige una aportación permanente de inteligencia. Sus “ patronos sociales”, a menudo gentes de buena voluntad, creen en esa necesidad de defender al hombre en la empresa. Nosotros, más realistas, pensamos a la inversa, es decir, que es preciso que los hombres defiendan a la empresa y que ésta les restituya el céntuplo de su aportación. Actuando así, nosotros terminamos siendo más “sociales” que Uds.

Referencia; " Manual del aluminio y sus aleaciones " por J.Elustondo y I.Alfaro